La baja visión hace referencia a la pérdida de agudeza visual y/o campo visual que limita la realización de las tareas de la vida cotidiana (andar, leer, escribir, cocinar, etc.), y que no se puede mejorar mediante ayudas ópticas convencionales (gafas, lentes de contacto) ni médicas. La baja visión puede deberse a enfermedades asociadas con la edad, a enfermedades congénitas y a traumatismos. Para aquellas personas que se encuentren en esta situación, existen diferentes tipos de ayudas ópticas y electrónicas que permiten obtener el máximo rendimiento de sus restos visuales y, de esta forma, poder llevar una vida lo más natural posible.
No permitas que una baja visión disminuya tu calidad de vida.
¡¡Notarás el cambio de inmediato!!